sábado, enero 02, 2010

El Primero del Año.


Ni yo creo que estoy haciendo esto, jaja, hacía mucho que no posteaba y la verdad es que la causa de mi apatía se debió prácticamente a mis muchas ganas de no sentarme a escribir y pensar un ratito.

Este ano que pasó, fue realmente para mí, el ano de los cambios. Daba por sentado bastantes hechos y verdades que comúnmente fundamentan mi consciencia personal. Cosas buenas , otras no tanto, pero bueno, así es la vida, y para que la luz brille con fuerza debe haber también oscuridad.

Me da un poco de miedo pensar que mucho del tiempo de este ano pasado lo gasté en pensar y reflexionar, muchas de estas reflexiones me llevaron a decisiones bien fuertes, creo que algo bueno saqué de todo.

De este año, no espero nada, es decir, no estoy sentado en mi silla mirando a través de la ventana para ver si algo pasa. Realmente lo que deseo para este año es que por nada, pierda mi capacidad de asombro, que me siga encontrando con gente magnífica y que la vida me depare cosas bonitas como las que siempre me tiene guardadas en cajitas de regalo.
De las grandes cosas que he de agradecer este año que pasó, es sin dudarlo, el montón de buenos amigos que tengo. Algunos aquí, otros por allá y unos más pa’ allá.

El amor es el ingrediente que no debe faltar en la vida de nadie. Creo que tengo de eso para aventar para arriba.
Y este año que pasó, logré al fin armar mi Librero, el cual quedó muy bonito con todos mis libros bien puestos. Siento, en gran medida, que es el inicio de un cambio en mi vida, de mucha estabilidad, algo así como muy duradero.
Y lo mejor, es que sobrevivió con maestría al temblor de 5.9, que según yo era de 5.8