Hoy llegué tempranito al trabajo, para terminar de calificar mis exámenes. El lunes entrego calificaciones y necesitaba que todo estuviera listo. Monie se encontraba en la odiosa, tediosa y todo lo que termine en osa, tarea de acomodar la información recabada en las evaluaciones que acabamos de hacer para madaralas ya a Guadalajara, cuando yo me dispuse a irme a mi curso de "orientador", se los juro, odio esa palabra, aunque se oiga más fresa, prefiero que me digan psicólogo, que es es mi verdadero trabajo, no solo orientar, pero en fín, llegué al lugar y me encontré a varias caras conocidas, entre estas personas a aun maestro de la prepa. Pero la sorpresa más grande (que ya lo sabía) fue ver y presenciar el taller al que iba ,y a su expositora que era nada más y nada menos que mi querida madrina de generación, mi maestra Silvia. Ella es genial, así que sin más la fui a saludar y obvio, se acordó de mi y me dice: "No te reconocía, ya eres un señor". Eso fue un total halago, sobre todo si es Silvia quien lo dice.
Y pues así empezé el taller, muy bueno por cierto. Me fascina la manera de plasmar las ideas de Silvia, siempre con un ejemplo claro y a veces involuntariamente gracioso, como sus ejemplos de Mafalda. Y cuando ya estaba por concluir.... que se nos mueve todo y pues el temblor maldito hace su prescencia. Claro, como buenos orientadores o psicólogos, mantuvimos la calma, aunque yo me mega panique, como siempre que pasa un temblor. Así que salimos, muy tranquilos ya al ratito le seguimos para después interrumpirnos abruptamente, diciéndonos que debiamos salir del edificio porque protección civil, bla bla bla..... la misma historia de la seguridad.
Así que sin más nos fuimos todos a comer con los demás, en un lugar que nos prepararon una comidita bastante llenadora, y ahí seguimos nuestra conversación Silvia y yo, y me dice: "Hay Israel, siempre que veo Bob Esponja me acuerdo de tí" y es que la profe Silvia, Rox y yo eramos y segumos siendo fanáticos de Bob.
Qué más puedo decir?, me mata de la risa, así que me reí. Le platique mi vida en 5 minutos después de mi graduación y de lo bien que me sentía trabajando en el Valle. Y así entre recuerdos, chismes de la UNI, quejas del nuevlo plan curricular de Psicología de la UNI, que como bien lo he dicho, asegurará los puestos de los psicólogos clínicos en este rancho, me dí cuenta de lo impactante que es nuestra carrera en esta ciudad particularmente, de lo no tan bien apreciada y desvalorizada que esta. Digo, porque si fuera importante para las empresas, nosotros ganariamos millones, y no, vivimos al día y agradeciendoles a Dios, que no terminamos vendiendo tacos afuera de un antro, que no tiene nada de malo, pero digo, después de quemarme las pestañas con Neuro, lo mínimo que me merecía era un puesto de mi carrera, pero en fín, ojalá que nosotros sepamos proyectarnos más y que la gente asome un ojo a la psicología para aprendera vivir sin tantas neurosis y así tener una ciudad mentalmente más feliz.
Yo no sé que me depara el futuro, solo espero que sea un constante incremento de experinecias positivas y negativas (más positivas que negativas, claro), para que yo sea un mejor psicólogo, y no terminé dando consejitos como: Cómo le hago para que mi vecino no ronque en la noche y me deje dormir?
Eso, quizás, el mundo nunca lo sabrá.
1 comentario:
ay amigo te quiero pero Bob Esponjaaaa? :s aaaaaaaaaaaaaaaaaaaa :'( no comments
Publicar un comentario